La estimulación magnética transcraneal (EMT) es algo más que una palabra de moda en la psiquiatría moderna: es un tratamiento científicamente respaldado y autorizado por la FDA que ofrece nuevas esperanzas a las personas con depresión resistente al tratamiento. Pero, aunque la terapia en sí pueda parecer vanguardista, entender por qué funciona puede aportar información muy valiosa tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios.
Uno de los componentes más importantes de la terapia TMS es su precisión: La EMT se dirige a la DLPFC (corteza prefrontal dorsolateral), una región clave del cerebro asociada a la regulación del estado de ánimo, el control cognitivo y la resiliencia emocional. Entonces, ¿qué es exactamente la DLPFC y por qué es el objetivo de la EMT?
Vamos a desglosarlo.
¿Qué es la DLPFC?
La corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC) es una región del lóbulo frontal del cerebro. Es responsable de funciones ejecutivas de alto nivel, como la toma de decisiones, la resolución de problemas, la planificación, la regulación emocional y la memoria de trabajo. En pocas palabras, la DLPFC te ayuda a mantenerte centrado, equilibrado y emocionalmente comprometido con el mundo que te rodea.
En las personas deprimidas, el DLPFC suele estar hipoactivo, es decir, no funciona como debería. Esto provoca síntomas como bajo estado de ánimo, falta de motivación, disminución de la concentración y una sensación general de embotamiento o distanciamiento emocional.
Ahí es donde entra en juego la EMT.
Por qué la EMT se dirige al DLPFC
La estimulación magnética transcraneal (EMT) utiliza impulsos magnéticos altamente focalizados para estimular las células nerviosas del cerebro. Estos pulsos se administran de forma no invasiva a través de una bobina de tratamiento colocada sobre el cuero cabelludo, con precisión dirigida a la DLPFC izquierda, una región que ha demostrado ser hipoactiva en la depresión.
La EMT se dirige a la DLPFC porque su activación ayuda a restablecer la conectividad funcional y la actividad de los neurotransmisores que favorecen un procesamiento emocional sano. En estudios clínicos, los pacientes que responden a la EMT muestran un aumento de la actividad metabólica en la DLPFC y una mejora de la comunicación entre las redes cerebrales implicadas en la regulación del estado de ánimo.
No se trata de una estimulación aleatoria, sino de una terapia selectiva guiada por la neuroimagen, la investigación y décadas de neurociencia.
Importancia clínica: La DLPFC y la depresión
Entender por qué la EMT actúa sobre la DLPFC permite comprender mejor cómo afecta la depresión al cerebro. Los estudios con PET y RMf han demostrado repetidamente que la DLPFC está menos activa en pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM). Esta falta de actividad interrumpe la comunicación entre otras partes del cerebro, como el sistema límbico (que gobierna las emociones) y el córtex cingulado anterior (que ayuda a controlar los conflictos y el comportamiento).
En efecto, el DLPFC actúa como un centro de control del cerebro emocional. Cuando no funciona correctamente, los patrones de pensamiento negativos, el entumecimiento emocional y la falta de motivación pueden dominar la experiencia de una persona.
Al dirigirse a esta zona y estimularla con impulsos magnéticos, la EMT puede "despertar" eficazmente este centro, lo que mejora el estado de ánimo, la claridad e incluso los niveles de energía.
TMS: precisión con propósito
La EMT no es una terapia única. Los protocolos de tratamiento se diseñan cuidadosamente para aplicar la estimulación específicamente en el DLPFC izquierdo, normalmente 5 días a la semana durante 4 a 6 semanas. Algunos sistemas avanzados utilizan algoritmos de orientación guiados por resonancia magnética o algoritmos de mapeo propios para mejorar aún más la precisión y los resultados de los pacientes.
Dado que la EMT se dirige directamente al DLPFC, el tratamiento evita los efectos secundarios gastrointestinales y sistémicos que suelen acompañar a los antidepresivos. No requiere sedación ni tiempo de recuperación, y la mayoría de los pacientes vuelven a sus actividades normales inmediatamente después de cada sesión.
Para muchos, este método selectivo y no invasivo es el gran avance que estaban esperando, sobre todo después de haber probado varios medicamentos con escaso éxito.
El futuro de la atención específica a la salud mental
Creemos que un tratamiento informado es un tratamiento poderoso. Entender dónde y por qué funciona la EMT ayuda a los médicos a perfeccionar los planes de atención y permite a los pacientes tomar el control de su salud mental.
Al reconocer que la depresión es un trastorno neurobiológico con cambios estructurales y funcionales reales en el cerebro, podemos alejarnos de los enfoques de ensayo y error y avanzar hacia intervenciones basadas en la ciencia.
La EMT se dirige al DLPFC porque es ahí donde suele vivir la depresión y donde puede comenzar la curación.
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